Hay quien pensaría que somos unos tiquismiquis, incluso yo lo pensaba al principio. Cuando intentábamos hacer criba con la infinita lista de pisos me volvía loca pensando como distinguir lo más importante. Aun teniendo una lista de las características imprescindibles que debía tener el piso que queríamos, me costaba mucho descartar algunos porque aunque no tuviesen una de esas características ganaban puntos por el precio, porque tenían alguna comodidad extra...en fin, si hubiese sido por mi no hubiésemos visitado seis pisos hasta ahora, ya llevaríamos sesenta y mucho tiempo perdido. Lo bueno es que mi novio si tiene los pies en el suelo, al menos más que yo, y ve con más claridad cuando un piso vale y cuando no. Yo me dejo llevar imaginando como quedaría con otra decoración y me pierdo.
Ya comenté en la entrada anterior lo perfecto que nos pareció el primero aunque le viésemos pequeñas pegas salvables. Solo nos dimos cuenta de lo bien que estaba cuando empezamos a ver los siguientes.
El segundo piso estaba en el barrio de mi novio. Urbanización construida no hace más de diez años, frente a un polideportivo y zonas arboladas, fácil aparcamiento y amplios ventanales. La distribución del espacio era bastante buena, el baño grande y armarios empotrados. El problema: algunos muebles estaban bastante mal y no existía la posibilidad de alquilarlo sin alguno de ellos. Además la cocina llevaba bastante trote y no había tendedero. El precio estaba muy bien, pero no nos convencía.
Al día siguiente fuimos a ver otro. Esta vez sin amueblar. A primera vista todo perfecto excepto que era de inmobiliaria (y la chica que nos lo enseño no nos transmitió ninguna confianza). Cocina independiente, baño amplio, grandes ventanales en el salón, un segundo piso, zona con buenas comunicaciones, piscina, ascensor y conserje 24 horas.
El suelo estaba algo desgastado, dos persianas, no funcionaban bien, la habitación daba a un patio interior y el tendedero no nos gustaba (ya hablaré más adelante de la importancia de los tendederos jejej).
Nosotros no necesitábamos el garaje en ese barrio por la facilidad para aparcar así que intentamos negociar el precio, para nuestra sorpresa la chica nos comentó que el precio era cerrado pero si queríamos podíamos alquilarlo por nuestra cuenta sin que el dueño se enterara (¿perdona?!!!). Fuera, descartado a la primera. No pienso dejar mi dinero en manos de alguien que trabaja de esa manera.
El suelo estaba algo desgastado, dos persianas, no funcionaban bien, la habitación daba a un patio interior y el tendedero no nos gustaba (ya hablaré más adelante de la importancia de los tendederos jejej).
Nosotros no necesitábamos el garaje en ese barrio por la facilidad para aparcar así que intentamos negociar el precio, para nuestra sorpresa la chica nos comentó que el precio era cerrado pero si queríamos podíamos alquilarlo por nuestra cuenta sin que el dueño se enterara (¿perdona?!!!). Fuera, descartado a la primera. No pienso dejar mi dinero en manos de alguien que trabaja de esa manera.
Es lógico hacer una lista antes de empezar a ver pisos con las preferencias de cada uno, lo que se considera imprescindible, importante o solo un detalle pasable.
En nuestro caso:
Nos pusimos un límite de tres zonas (norte, este y centro-este de nuestra comunidad).
Un límite de precio que no superara el 40 % de nuestros ingresos (más tarde me enteré que es el límite en algunos estudios de solvencia).
Cocina independiente o integrada, eso nos da más igual siempre que tenga una buena campana extractora y la cocina sea vitrocerámica.
Que no sea un bajo (o en caso de que lo sea, este a una altura como la del primer piso que vimos, casi tres metros).
Un baño decente (alucino con la poca vergüenza que tienen algunos dueños en publicar fotos de baños que parecen zulos de película de terror)
Que la habitación no de a un patio interior.
Calefacción independiente.
En nuestro caso:
Nos pusimos un límite de tres zonas (norte, este y centro-este de nuestra comunidad).
Un límite de precio que no superara el 40 % de nuestros ingresos (más tarde me enteré que es el límite en algunos estudios de solvencia).
Cocina independiente o integrada, eso nos da más igual siempre que tenga una buena campana extractora y la cocina sea vitrocerámica.
Que no sea un bajo (o en caso de que lo sea, este a una altura como la del primer piso que vimos, casi tres metros).
Un baño decente (alucino con la poca vergüenza que tienen algunos dueños en publicar fotos de baños que parecen zulos de película de terror)
Que la habitación no de a un patio interior.
Calefacción independiente.
Esta lista empezó siendo de tres puntos. Según hemos ido viendo pisos nos hemos dado cuenta de que hay ciertas cosas a las que no pensamos renunciar. El piso donde vayamos se convertirá en nuestro hogar y queremos que sea cómodo. No nos vamos a ir a un cuchitril por cuatro duros solo por querer vivir juntos, porque nuestro piso esta ahí, solo hace falta buscarlo bien. Y en ello estamos.