Seguro que a más de uno de vosotros os han regalado alguna vez un pack de regalo con actividades a elegir.
Hace un año mi madre me regaló uno y como suele pasar con estas cosas lo vas dejando para más tarde sin pensar en la fecha de caducidad del bono.
Cuando me puse a mirar que actividad podía elegir quedaban solo tres meses para la fecha de fin del regalo.
Descarté todas las ofertas al aire libre que me podían apetecer (no es muy buena idea hacer piragüismo en Enero dada mi facilidad para caerme al agua en este tipo de actividades). Ya me veía cogiendo cita para un spa o tratamiento estético que me sabría a poco, cuando encontré la página sobre rutas a pie por Madrid.
Al principio pensé que sería la típica ruta para turistas, donde van grupos de cuarenta personas viendo cuatro cosas de la ciudad sin poder casi escuchar las explicaciones. No tuvo nada que ver nuestra experiencia. Al meterme en la web de la empresa que realiza la rutas pude comprobar que lo que ofrecen es diferente. Son rutas más especiales. Es más, nuestra guía nos comentó que en muchas ocasiones acuden más personas de Madrid que del resto de España.
La empresa se llama Carpetania (así se llama el territorio prerromano ubicado en el centro de la península) y todos los meses actualizan sus visitas. Hay para todos los gustos: desde rutas históricas, rutas de leyendas y secretos, rutas por museos, etc. Pueden ser diurnas o nocturnas (por ejemplo la ruta "El Madrid oscuro", es por la noche y trata sobre crímenes ocurridos en la ciudad). También ofrecen rutas para los amantes de la música como "El Madrid de Sabina" o "Madrid: los años de la movida".
Mi regalo era válido para dos personas, así que fui con mi prima. Elegimos la visita "Cuentos, leyendas y curiosidades de la calle Pez" (una famosa calle del barrio de Malasaña). LA visita era para todo tipo de público y edades, diurna y en domingo así que era perfecta para hacer una actividad en familia. Al final se apuntaron también mi madre y mi abuela ¡fue una mañana estupenda!
No puedo contar todo lo que descubrimos porque perdería la gracia. Solo puedo decir que pasear por esa zona ya no será lo mismo ahora que sabemos tantas curiosidades sobre el barrio.
Bailamos en la casa de Quevedo, tomamos chocolate, mi abuela se convirtió en princesa, intentamos levitar...
Mientras te explican todos los secretos la guía crea un ambiente de participación que hace las dos horas de ruta muy amenas y divertidas.
Vas siguiendo las explicaciones con un mapa antiguo que además te llevas de recuerdo. Me pareció que cuidaban hasta el último detalle para que la visita fuese del agrado de todos.
Un punto a favor es que las plazas son limitadas por lo que así no se crean grupos excesivamente grandes y todo el mundo puede disfrutar por igual del paseo.
El precio fue de diez euros por persona. Además existen bastantes descuentos dependiendo de la ruta elegida. Incluso en la misma página ofrecen la posibilidad de crear un carnet "gato carpetano" con un descuento del 10%. Nosotros seguramente lo utilicemos pues no sera ni la primera ni la última visita que hagamos.
Es una forma interesante de conocer el otro Madrid, ese que a veces olvidamos que está escondido esperando que descubramos en un bonito paseo. Si algún día pasáis por allí os invito a intentar descubrir donde esta el famoso Pez e investigar por qué le dieron ese nombre a la calle.
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