jueves, 12 de febrero de 2015

DIARIO DE UNA EMANCIPACION: ¿a la primera iba la vencida?

Hace unos veinte días mi novio decidió concertar una cita para ver el primer piso de nuestra lista. Fue un flechazo. Se ajustaba a las cuentas que habíamos hecho, tenía piscina, garaje, el súper justo a dos calles, en la urbanización de un amigo, cerca de mi familia, a cinco minutos de la de mi novio...en fin, lo tenía todo. Además se veía un piso muy cuidado, con secadora, lavadora, microondas, horno, lavavajillas, con todos los muebles nuevos, la decoración de nuestro gusto y se quedaba hasta la tele. ¿Demasiado bonito para ser verdad? Era el primer piso que veíamos, no podía ser todo tan perfecto.
Le sacamos cuatro pegas: era un bajo sin rejas (aunque he de decir que para ser bajo la altura era de un primero y por eso no las necesitaba, alguien debería medir tres metros y medio para tocar la ventana), la campana era de fibra de carbono (son más bonitas pero por lo que pude leer tienen menos absorción y los filtros son caros), no tenía tendedero y el baño era demasiado pequeño.
Nos encantó. Quisimos echar un nuevo vistazo con nuestros padres y ver que opinaban. También les gustó mucho pero vieron los mismo fallos que nosotros.
En las dos visitas la persona que nos enseñó la casa nos transmitió muy buenas vibraciones, nos hizo las preguntas necesarias para ver que era lo que queríamos y no hacernos sentir incómodos. Accedió a responder todas las dudas que teníamos sin hacernos desconfiar y fue muy amable. Parecerá una tontería pero después de ver cinco pisos vas teniendo más "ojo" para captar detalles, caras y gestos que te dicen mucho sobre si se esconde algún detalle desagradable sobre un piso o no.
Después de darle muchas vueltas decidimos que al ser el primer piso que veíamos teníamos que ser más prudentes y ver más (que inocentes pensando que por ese precio encontraríamos algo parecido). No sabíamos como estaba el mercado del alquiler realmente. Puedes informarte mucho, puedes pasarte casi tres meses mirando pisos por internet y comparando pero solo te das cuenta de si un piso vale lo que pone cuando lo ves en persona, y de eso nos dimos cuenta tarde.
Tras esos veinte días mirando, comparando,dudando, haciendo listas de pros y contras sobre cada uno nos decidimos. NOS QUEREMOS QUEDAR CON EL PRIMERO QUE VIMOS.
Después de tantas semanas de búsqueda parece que nuestra ilusión empieza a tomar forma, y con la misma ilusión llamamos a la propietaria...
El piso ya lo ha reservado una chica (WTF!!!)
Tiene que ser una broma. Con lo que nos ha costado decidirnos. Al parecer hemos pecado de prudentes, el miedo a cometer un error nos ha hecho perder una buena oportunidad. Aunque el piso aun no esta alquilado (no sabremos si al final la chica puede quedárselo pues está en estudio de solvencia) hasta dentro de quince días seguiremos estando en la lista de espera. Si ella no puede cogerlo somos los siguientes. Por lo visto ha sido cuestión de dos días. Ella llamó el lunes y nosotros el miércoles (aquí el que no corre...vuela).
Llevo dos días bastante desilusionada, se me han quitado un poco las ganas de buscar, se que era nuestro piso y se nos ha escapado. Además parece que con estas cosas todo se vuelve en contra. Vuelves a mirar y solo ves cagarrutas de oveja en los buscadores. Pisos que dan vergüenza por un precio desorbitado. ¿Donde están los pisos que veíamos al principio? ¿O es que soy yo que al estar más triste no veo los pisos buenos y ya no se buscar? Incluso le pido a mi compi de piso y de vida (jiji) que nos demos un descanso con esto de mirar, que a lo mejor necesitamos parar y no agobiarnos con la búsqueda y así esperamos esos quince días a ver que pasa con el que ya creíamos nuestro. Al menos yo necesito parar de mirar. El tortazo contra el muro ha hecho pupa.
Con estas cosas uno se da cuenta de que se "autofrena" con los miedos. Tanta duda era síntoma de algo, ¿miedo a lanzarse a la independencia y echar de menos a la familia? No lo se, pero seguramente. Y hace falta justo eso, chocarse contra un muro para decirse a uno mismo "Ey, ¡espabila! ¡que ellos van a seguir ahí, a dos pasos de tu nuevo hogar y tu vas a empezar a vivir algo maravilloso! ¡no hay que tener tanto miedo siempre!". Pero es que hay veces que me cuesta mucho escucharme y convencerme.
Menos mal que mi novio me conoce y siempre se adelanta. Él no me ha hecho mucho caso (ya son seis años y me conoce a la perfección cuando me dan estos bloqueos) y por su cuenta ha seguido mirando. Y como a él no se le nublan las ideas tanto como a mi ha podido tener mejor vista y ha encontrado un piso muy chulo, del mismo estilo, con las mismas comodidades y algo más barato. Mañana lo visitaremos. Y quien sabe, a lo mejor el que creíamos nuestro piso no era nuestro piso...ERA NUESTRA LECCION.

No hay comentarios:

Publicar un comentario